Cumpliendo el último deseo de mi abuelo, sin embargo, ¡era rico!

Mis padres me enviaron a la casa de mi abuelo para cuidarlo porque últimamente ha sido muy malo, nunca en mi vida pensé que esta vez que pasé con él fueron los últimos de su vida. En realidad fue bastante malo, mi abuelo apenas podía levantarse en sus últimos días. Una semana antes de que todo terminara, me miró a los ojos y me dijo: siempre has sido mi nieta favorita, te amo y quiero que cumplas un último deseo. Pensé que ese abuelo me iba a preguntar algo diferente. pero él dijo -Nieta, quiero que me chupes la polla- Me sorprendió su pedido pero no pude rechazarlo, lo amaba mucho, así que bajé sus pantalones, agarré su vieja polla y comencé a chupar. No me imaginaba que la polla de un anciano era tan deliciosa, el sabor era delicioso, así que no podía dejar de probar sus huevos. Estaba tan emocionado por chuparla que decidí ir un paso más allá y follar con él.